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Infarto masivo vs. muerte súbita: ¿Sabe qué hacer?

Redactado por: Dr. Gustavo Flores, EMT-P
Revisado por: José M. Flores, MPH
La muerte súbita ocurre cuando el corazón deja de latir repentinamente. Aunque hay muchas causas de muerte, cuando una persona “relativamente saludable” se desmaya, deja de respirar y no tiene signos de vida, comúnmente se debe a una arritmia cardiaca. Las posibilidades de sobrevivencia de una víctima que experimenta una arritmia cardiaca y muerte súbita son extremadamente altas si cualquier persona alrededor comienza las compresiones en el centro del pecho mientras buscan y colocan un desfibrilador externo automático (AED por las siglas en inglés).

La muerte súbita ocurre comúnmente por una arritmia cardiaca conocida como fibrilación ventricular. Aunque esta arritmia puede ocurrir sin previo aviso en algunas personas, la causa más común para que alguien tenga una muerte súbita es que sufra un ataque cardiaco o infarto al miocardio. El ataque cardiaco ocurre cuando una o más arterias coronarias se obstruyen. Las arterias coronarias le suplen sangre con oxígeno al músculo del corazón para que este haga su trabajo. Cuando el corazón deja de recibir sangre con oxígeno, las células que lo componen comienzan a morir. Cuando una cantidad significativa del tejido está sufriendo la falta de oxígeno, la víctima de un infarto al corazón puede experimentar signos y síntomas típicos como dolor de pecho, sudoración excesiva, y/o debilidad general.

No todos los ataques cardiacos producen muerte súbita. Hoy día, es posible sobrevivir a un infarto al corazón cuando la persona es atendida en hospitales que cuentan con la capacidad de abrir la arteria ocluida mediante un procedimiento llamado angioplastía. Un infarto al corazón que afecte una gran parte o masa del corazón (masivo) puede ocasionar que el corazón no pueda llevar a cabo su función de bombear sangre efectivamente, requiriendo diferentes tipos de apoyo en los hospitales especializados en cardiología intervencional. El primer auxilio más importante es llevar a la persona a un hospital que cuente con un Centro de Dolor de Pecho.

Indistintamente de que esté sufriendo un infarto o no, cuando una persona deja de respirar y no tiene signos de vida, necesita ayuda urgentemente. La resucitación cardiopulmonar busca mantener la sangre fluyendo a los órganos vitales mientras llega un AED. Ayudar a una víctima es fácil si se realiza RCP usando solo las manos.

Las compresiones en el centro del pecho mantienen la sangre en movimiento. Durante los primeros minutos hay suficiente oxígeno en el cuerpo, por lo que las compresiones son la acción más importante. Mientras más rápido se llame al 9-1-1, más rápido llegará ayuda entrenada que pueda comenzar las ventilaciones de rescate junto a las compresiones.

Es muy probable que hoy día usted encuentre un AED en muchos lugares de trabajo. El AED está diseñado para ser fácil de operar: solo enciéndalo y coloque los parchos en el pecho de la persona. Algunos modelos tienen un botón de encendido, mientras que otros se encienden automáticamente al abrir la tapa. Los parchos tienen un dibujo que indica dónde van colocados en el pecho.  El AED analiza automáticamente, y en caso de ser necesario, le permite a usted liberar una descarga eléctrica que restablece el ritmo cardiaco. No siempre la descarga es necesaria, por lo que el AED le indicará si es necesaria o no. En cualquier caso, mientras la víctima no respire normalmente y no tenga señales de vida, los testigos presentes deberán continuar dando compresiones y turnarse para evitar la fatiga.

El curso Heartsaver First Aid CPR & AED de la American Heart Association prepara a los participantes a responder y proveer primeros auxilios básicos, incluyendo la resucitación cardiopulmonar, en cumplimiento con las recomendaciones de OSHA de preparación para este tipo de emergencias.

Ayudar a una víctima es fácil y es lo correcto. Recuerde que para esa víctima, usted es su única oportunidad.